René Descartes considerado padre de la filosofía moderna,
figura central del racionalismo e iniciador de las filosofías
de corte inmanentista, nació en Francia en 1596.
El siglo
XVII, en el que vive de lleno nuestro autor,
·
está
marcado por una creciente inestabilidad y complejidad en
toda Europa.
·
Factor
clave son las conflictivas relaciones, a todos los niveles,
entre los católicos y los protestantes del viejo continente.
A Francia
vuelven los jesuitas en 1603 y su excelente método de
la Ratio studiorum hace que el Real colegio
de la Fléche sea uno de los más prestigiosos del país.
Allí recibe Descartes una formación de corte neoaristotélica
y escolástica salvo en el campo de las matemáticas.
La guerra de
los treinta años.
Para comprender el siglo XVII es necesario reseñar la
reforma que Lutero, Calvino y Zwinglio introducen con
respecto al catolicismo en el siglo XVI. El protestantismo
es contestado desde Roma con el Concilio de Trento -1545
a 1563-.
Las disputas
religiosas en el seno del Imperio Alemán entre católicos y
protestantes unidas a la pugna política entre el centralismo
del Emperador, fiel al catolicismo, y los príncipes
partidarios de la Reforma; la intención de Suecia por
controlar el Báltico y la antigua disputa entre Francia y
España por la hegemonía en Europa, desembocan en la guerra
de los treinta años -1618 a 1648-. Esta cruel guerra asola
centroeuropa e involucra a las grandes potencias del
momento.
Descartes,
a fin de descubrir mundo, se alista en el ejército holandés
de Mauricio de Nassau en 1618 y en 1619 sirve en el ejercito
de Maximiliano de Baviera. Es en ese año cuando nuestro
autor, mientras descansaba en
los
campamentos de invierno, descubre "los principios de la
ciencia admirable" y decide dedicar su vida al saber. En
1620 abandona la vida militar fijando su residencia en
París.
La brutalidad
de la guerra
de los treinta años -odio religioso y político, masacres en
aldeas y ciudades, depredación de la soldadesca mal pagada,
el hambre y las epidemias- golpea la conciencia de algunos
intelectuales que se preguntan cómo hombres europeos, seres
racionales, pueden mostrar tanta falta de racionalidad. El
intento de alcanzar una ética racional, válida para todos,
por encima de sentimientos religiosos, se perfila como una
de las tareas más acuciantes. El proyecto cartesiano está
influido por esta idea, sin embargo, Descartes morirá antes
de poder trazar una ética racional.
Con la paz
de Westfalia -1648- se pone término a esta guerra. El Sacro
Imperio Germánico acaba dividido y fragmentado; España está
al borde de la extenuación, pues ha agotado todas sus
posibilidades humanas y económicas en la guerra y Francia,
aunque salió mejor parada, entra en una crisis económica.
El mundo del
saber y las disputas de religión.
En el terreno científico, Kepler formula, en 1609, la teoría
de que los planetas se mueven alrededor del sol describiendo
órbitas elípticas en vez de circulares; Galileo construye
uno de los primeros telescopios astronómicos y Francis
Bacon, primer Lord Canciller de lnglaterrra, lanza la idea
del "método científico", conforme al cual las teorías deben
comprobarse mediante la experimentación.
Durante su estancia en París, Descartes frecuenta los
círculos más cultivados de la ciudad tanto en cuestiones
científicas y filosóficas como religiososas. Entre sus
amistades destacan el Padre Mersenne y el Cardenal de
Bérulle, impulsor de las comunidades de sacerdotes al estilo
del Oratorio de San Felipe Neri. Sin embargo, pronto se ve
involucrado en discusiones entre
católicos y protestantes y se traslada a Holanda en busca de
tranquilidad. En 1633, la Santa Sede condena la obra de
Galileo y nuestro autor renuncia a publicar su Tratado
sobre el mundo, porque recogía las ideas heliocéntricas
de Galileo. Hacia 1643 arrecian las polémicas contra
Decartes. es atacado, entre otros, por los jesuitas; los
protestantes tampoco llegan a comprenderle. Cansado de todo
esto, acepta la invitación de la Reina Cristina de Suecia de trasladarse
a ese país. En 1650 muere allí, víctima de la pulmonía.