USO DE RAZÓN.  DICCIONARIO DE FALACIAS. © Ricardo García Damborenea

Falacia de ELUDIR LA CUESTIÓN o Ignoratio elenchi

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Consiste en probar otra cosa diferente de la que se cuestiona. Tradicionalmente se la conocía como Ignoratio elenchi o elusión del asunto (del griego elencos, argumento). Es una de las más habituales.

 

   Quien la comete saca la discusión de su terreno, o se empeña en probar lo que nadie discute. Hace como el estudiante al que preguntan la lección 16ª y contesta la 14ª porque es la que se sabe bien.

 

             ¿Qué buscas debajo de la farola?

            — Las llaves.

            —¿Estás seguro de que es aquí donde las has perdido?

           — No, pero aquí hay más luz.

 

   Por ejemplo, quien no desea entrar en un debate sobre la licitud de un proyecto (que es lo que se discute), puede desviar la atención hacia la utilidad (que no discute nadie).

          

          Demóstenes—  Ahora bien, sé que Esquines va a evitar la réplica a los cargos mis­mos y, en su deseo de desviaros lo más lejos posible de los hechos, va a discur­rir sobre los grandes beneficios que resultan a todos los hombres por efecto de la paz y, contrariamente, los males que les sobrevienen a raíz de la guerra. De esta guisa va a ser su defensa.[1]

 

La resume bien el dicho: ¿De dónde vienes? Manzanas traigo.

 

          — El secuestro es un crimen horrendo.

          — Sin duda, pero aquí lo que se discute es si el acusado lo cometió o no.

 

   Con frecuencia se utiliza para ofrecer una Pista falsa:

 

             Está usted haciendo el juego a los enemigos de la democracia.

             Estamos ante una estrategia para apartar del poder a un gobierno elegido legítimamente en las urnas.

             La democracia está en peligro (porque se critica al gobierno).

             Usted insulta a Cataluña (porque se critica a un político catalán).

 

Este recurso falaz fue bautizado por Bentham[2] como Escudo de prevaricadores, porque se emplea para evitar la censura de las personas que ejercen el poder.

 

          El conductor— Gracias al euro, ante nosotros se abre un sólido futuro común para todos los europeos a salvo de la inestabilidad internacional y de las maniobras de los especuladores.

          El policía de tráfico— Vale, pero usted sopla el alcoholómetro. Forges (El País).

 

   Es una falacia madre, de la que participan todas las que tratan de desviar la atención hacia otro asunto, como es el caso de las siguientes: Ataque personal, Falacia casuística, Falacia ad consecuentiam, Sofisma patético, Falacia de la Pista falsa.

 

          El ministro inglés— Como estoy dispuesto a llegar a un acuerdo, vamos a seguir hablando del Peñón. Primero, esto no es un peñón. Mingote, Diario ABC.

 

 

Revisado: mayo de 2005

 



[1]  Demóstenes: Sobre la embajada fraudulenta.

[2] Bentham: Falacias Políticas.