Cada uno de nosotros
podemos influir en la vida pública de tres maneras:
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1ª voto político:
El voto político se ejerce en las
elecciones.
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2ª voto económico:
El voto económico se ejerce
en cada acto de compra.
Estamos indicando al productor: produzca esto y a este precio.
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3ª voto de conexión: El voto de
conexión es el más complejo. Formamos parte de una red que nos
influye y desborda. Estamos sometidos a muchas presiones
informativas, emocionales, laborales. Es esta gigantesca estructura
que obra sobre nosotros la que provoca nuestro sentimiento de
indefensión e impotencia. Pero no es verdad que no podamos hacer
nada. Podemos a) apoyar la información que viaja por ella, b)
bloquearla o c) introducir nuestra aportación. (ABC=
apoyar, bloquear, cambiar)
Cada uno de
nosotros, queramos o no queramos, jugamos un papel en este mundo
globalizado. Cuando no hacemos nada, estamos haciendo algo: colaborar
con lo que hay. En fin, que no estamos tan inermes como se nos hace
pensar. Lo que estamos es confusos y perezosos.
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