Dios crea de la nada el mundo. Esta concepción es aceptada por todos los pensadores cristianos. Cuando Tomás de Aquino afinna que Dios crea a partir de la nada no hay que entender esta frase como si la nada tuviese algún tipo de contenido material, pues evidentemente, a partir de algo que no es nada, no puede surgir nada. Lo que expresa esta frase es que antes del proceso de creación no existía nada, y después paso a existir algo.

El proceso de creación es un acto de bondad que Dios tiene hacia sus criaturas. En este acto, éstas se unen a Divinidad en una relación de absoluta dependencia. Así los seres creados necesitan de Dios para poder existir. Dios es absolutamente simple, al contrario que los entes creados constituidos por materia y fonna, esencia y existencia. Esta idea de dependencia es tomada del platonismo, en donde el mundo sensible necesitaba del mundo inteligible para darse.
La posibilidad de que el mundo exista desde siempre según la postura mantenida por Averroes o de que la creación no pueda darse desde la eternidad tesis mantenida por San Buenaventura es una cuestión que para el aquinatense no puede resolverse, desde planteamientos estrictamente filosóficos, ya que de fonna racional no tenemos ningún tipo de evidencia de que el mundo fuese creado en el tiempo o desde la eternidad. Tomás de Aquino como católico y basándose en su fe, defíende la postura de que el mundo no ha existido desde siempre y que ha sido creado por Dios en el tiempo, pero como filósofo esta cuestión no puede resolverse válidamente.

Dios es omnipotente puede crear cualquier cosa posible, cualquier otro mundo. La razón de porqué existe este y no otro es algo que sólo conoce él, pero cuando nos referimos a la naturaleza de nuestro universo concreto tenemos que hacer una distinción, Dios no pudo crear otro mundo contradictorio al nuestro pues esto iría en contra de su propia naturaleza. Cuando utilizamos el término posible, nos referimos a la posibilidad de existir sin ningún tipo de contradicción. Dios por ejemplo no podría crear algo, que fuese árbol y hombre, al mismo tiempo pues eso estaría en contra de lo que es la esencia del árbol y lo que es la esencia del hombre. Dios no pudo crea algo mejor de lo que es en cuanto a su esencia o naturaleza, puesto que sino se trataría de algo completamente distinto, alejado de su propia naturaleza. Lo que sí puede hacer Dios es ciertas mejoras en los accidentes de las cosas como puede ser mejorar la salud de un hombre.

En este mundo creado por Dios no todo es perfecto y maravilloso sino que existe el mal (como privación del bien). Este planteamiento ya fue asumido por San Agustín y Plotino. Los motivos que arguye Tomás de Aquino para defender que el mal es necesario en la creación, es que gracias a éste el hombre se acerca a la divinidad. El mal fisico, el dolor es inseparable de la esencia humana. Sentir dolor y placer son características inseparables de nuestra naturaleza y respecto al mal moral, presente en la creación también es necesario para que el hombre pueda optar libremente por el camino de la divinidad.

Toda la naturaleza creada resulta de la interaccíón de cuatro tipos de causas material, formal, eficiente y finas. La causa eficiente, es la responsable de la existencia.

Pero, además de estas causas de influencia aristotélíca Tomás de Aquino destaca la causalidad ejemplar, concepto neoplatónico, en el que Dios crea a partir de formas e ideas que existían en su mente.

Texto realizado por Maria Antonia Sanz Potente