EL USO TEÓRICO DE LA RAZÓN

5. Crítica de la razón pura: Dialéctica trascendental.

La Dialéctica Trascendental examina la facultad de la razón y trata de la posibilidad de la metafísica como ciencia. La pregunta que se intenta contestar es ¿Son posibles los juicios sintéticos a priori en la metafísica?

La razón es la facultad que reduce la multiplicidad de los conceptos puros del entendimiento a un número mínimo de principios.

La razón es la facultad de la unidad de las reglas del entendimiento bajo principios.

La razón intenta unificar lo dado por el entendimiento en unidades supremas. Por ello Kant denomina a esta facultad "la facultad de los principios".

La razón conecta unos juicios con otros, siguiendo la estructura del silogismo, para formar razonamientos. Dichos silogismos, relacionan la condición que se establece en las premisas con lo condicionado que se infiere en la conclusión.

Los silogismos presentan la siguiente estructura:

Premisa mayor: regla general o mayor
Premisa menor: conocimiento que se halla bajo la condición de la regla.
Conclusión: aplicación de la regla a este caso.

Veamos unos ejemplos de uso de los silogismos:

Todos los hombres son mortales
Todos los investigadores son hombres
Conclusión: todos los investigadores son mortales

En su uso puro, la razón tiende a subordinar la condición que aparece en la premisa mayor (Todos los hombres son mortales) a una condición todavía más general, convirtiéndose en condicionado de ésta. Esto se denomina prosilogismo o silogismo reductivo.

Todos los animales son mortales
todos los hombres son animales
Conclusión: Todos los hombres son mortales

Hemos dado un paso más en la generalización.

Todos los vivientes son mortales
todos los animales son vivientes
Conclusión: todos los animales son mortales

En virtud de este movimiento reductivo, la razón tiende hacia una condición incondicionada, intentando reducir todo a una unidad superior e incondicionada denominada idea trascendental.

Las ideas trascendentales son conceptos puros de la razón a priori y significan la unificación de todos los conocimientos del entendimiento mediante su remisión a unos principios primeros y condicionados que constituyen el límite de nuestro conocimiento posible.

Tres son las ideas o unidades límites de la razón pura:

Alma: idea que unifica todos los fenómenos de la experiencia interna

Mundo: idea que unifica todos los fenómenos de la experiencia externa

Dios: idea que unifica los fenómenos de la experiencia interna (alma) y externa (mundo).

Alma, mundo y Dios son ideas que no se adquieren por intuición sensible alguna ni hacen referencia alguna a la experiencia o a la realidad fenoménica. Por eso, mediante estas ideas no conocemos nada. Podemos pensar en esas unidades, pero no conocerlas, porque son precísamente el límite donde nuestro conocimiento ha de detenerse. El límite del conocimiento es el límite de la experiencia posible.

ANTINOMIAS Y PARALOGISMOS

Según Kant, cuando aplicamos las ideas de la razón pura a la cosmología aparecen antinomias o proposiciones que son, a la vez, falsas y verdaderas.

Por ejemplo, la afirmación de que el mundo tiene un comienzo en el espacio y en el tiempo: si ésto fuera verdad, el espacio y el tiempo tendrían que provenir de una nada anterior, lo que suponría la antítesis de lo que se quería demostrar: que el mundo no tiene comienzo en el espacio y en el tiempo. Pero, si ésto último fuera verdad, no podría hablarse de un acontecer en el universo, acontecer que requeriría un comienzo y un fin.

Por paralogismos entiende Kant falsas conclusiones que surgen cuando aplicamos las ideas puras de la razón a la psicología racional. Son proposiciones que no tienen como materia una intuición sensible, por lo que trascienden la posibilidad de toda experiencia.

Un paralogismo es confundir la unidad del Yo pienso con la unidad trascendental del yo como substancia simple y como personalidad (alma).

CONCLUSIÓN

A la pregunta de si son posibles los juicios sintéticos a priori en la metafísica Kant responderá negativamente.

La metafísica no es posible como ciencia, pues la razón encuentra paralogismos y antinomias y no conocimiento.

Sin embargo, esto no quita todo valor a la metafísica: la función de ésta ha de ser metodológica y reguladora: expresa el ideal del hombre de seguir avanzando en el camino del conocimiento, a la vez que le fija un límite donde detenerse.