La sensibilidad, por sí misma, no aporta conocimiento alguno.
Necesita del entendimiento o de la facultad de juzgar, para que los
objetos dados en la sensibilidad puedan ser conocidos. Comprender un
fenómeno significa que que puede ser referido a un concepto.
Por ejemplo, si una tarde vamos dando un paseo por un lugar desconocido
y repentinamente vemos un objeto a lo lejos cuya forma, sonido, textura
y movimiento no habíamos visto jamás, podremos describir
fenoménicamente lo que vemos, pero no podremos decir que conocemos
o comprendemos lo que vemos. Necesitamos incluir ese nuevo objeto dentro
de una seríe de conceptos (animal, vegetal, vertebrado, etc)
que nos permitan conocer lo que fenomenicamente se nos aparece. Esto
es lo que hace el entendimiento.
El entendimiento es la capacidad de pensar las representaciones fenoménicas
de la realidad que están ya ordenadas y unificadas espacio-temporalmente
por la sensibilidad. Po ello se puede definir esta facultad como la
que unifica y ordena los fenómenos dados por la intuición
sensible bajo unidades categoriales o conceptos puros.
Si el espacio y el tiempo eran las formas puras de la sensibilidad,
las categorías son las formas puras a priori del entendimiento.
Hay que diferenciar entre conceptos empíricos, extraídos
de la experiencia a partir de la unificación de rasgos comunes
a ciretos individuos y conceptos puros del entendimiento. Éstos
son totalmente independientes de la experiencia (a priori), y
son las reglas por las cuales unificamos los fenómenos dados
por la intuición sensible para comprenderlos.
¿Cuántas categorías hay? ¿Cómo se
deducen esas categorías o formas puras del etendimiento?
Hay tantas categorías como formas de juicio hay en la lógica
aristotélica. A continuación presentamos una tabla con
las doce categorías o leyes del juicio:
Criterio
|
Tipos de juicios
|
Categorías
|
Ejemplos
|
cantidad |
Universales
Particulares
Singulares
|
Totalidad
Pluralidad
Unidad
|
Todo A es B
Algún A es B
Ese A es B
|
cualidad |
Afirmativos
Negativos
Indefinidos |
Realidad
Negación
Limitación |
Es cierto que A es B
A no es B
A es no B |
relación |
Categóricos
Hipotéticos
Disyuntivos |
Sustancia
Causalidad
Reciprocidad |
A es B
Si A es B, entonces C
A es B, o C...o N. |
modo |
Problemáticos
Asertóricos
Apodícticos
|
Posibilidad
Existencia
Necesidad
|
A puede ser B
A de hecho es B
A necesariemente es B
|
Pongamos un ejemplo: todos los habitantes de Samarcanda pesan más
de 120 kilos.
Se trata de un juicio universal, afirmativo, categórico y asertórico.
Para producir este juicio, nuestro etendimiento unifica las impresiones
sensibles aplicándo las categorías puras del entendimiento.
Las categorías, por sí mismas, no tienen contenido alguno
( están vacías). Éste les viene dado por el conocimiento
sensible. Ahora bien; el límite de aplicación de las
categorías es la experiencia (lo aportado por la sensibilidad).
Más allá de ella, las categorías no producen conocimiento
váilido.
Por eso un juicio del tipo: todos los marcianos tienen la piel viscosa
y verde o este otro juicio: las almas de los difuntos irán
al cielo , no aporta conocimiento alguno, porque las categorías
se aplican ilegítimamente a algo (marcianos, almas, cielo) de
lo que no tenemos experiencia alguna (carecemos de conocimiento sensible
sobre los marcianos o las almas).
Ahora estamos en condiciones de responder afirmativamente a la pregunta
de si son posibles los juicios sintéticos a priori en
la física.
La universalidad y necesariedad de los juicios de la física
proviene de las categorías o conceptos puros del entendimiento:
las leyes de la física son las leyes de nuestro propio pensar.
Remiten a la estructura del cognoscente, no de la realidad en sí
(nouménica).
Kant restaura el principio de causalidad destruído por Hume:
éste no depende de la experiencia, sino que es a priori.