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G Berkeley: contra el ateísmo |
Ya hemos visto cómo la doctrina de la materia o sustancia corpórea ha sido el origen y principal fundamento del escepticismo; pero no sólo eso: semejante teoría de la existencia pretermental de la materia también ha dado pie a que el ateísmo o irreligión construyera sus impíos sistemas. Es más; tan difícil se halló concebir que la materia fuese producida de la nada, que lo más celebrados entre los antiguos filósofos, aun aquellos que creían en la existencia de Dios, enseñaron que la materia es increada y coeterna con el mismo creador. No habrá necesidad de insistir en hacer ver la simpatía e inclinación que en todas las edades han mostrado los ateos por la materia. Todos sus monstruosos sistemas están en tan visible dependencia de ella, que apenas se remueve ésta su piedra angular, todo el edificio se viene necesariamente a tierra; de manera que no vale la pena gastar más tiempo en refutar los absurdos de cada una de estas desdichadas sectas ateas. |
G. Berkeley: Principios del conocimiento humano. XCII |