El alma

De entre los cuerpos naturales, unos tienen vida y otros no la tienen; con el término vida significamos la capacidad de autosustentación, de crecimiento y de corrupción. Todo cuerpo natural, pues, que posee vida, debe ser substancia, y substancia de tipo compuesto. Pero, puesto que es un cuerpo de una especie definida, a saber, en posesión de la vida, el cuerpo no puede ser alma, porque el cuerpo no es algo predicado de un sujeto, sino que es él, más bien, lo que se considera substancia o sujeto; es decir, como materia. De esta manera, el alma debe ser substancia en el sentido de ser la forma de un cuerpo natural, el cual posee potencialmente la vida. Y la substancia es, en este sentido, la actualidad de la clase de cuerpo que hemos descrito. Ahora bien, el término actualidad, tiene dos sentidos análogos a la posesión del conocimiento y al ejercicio del mismo. Evidentemente, la actualidad, en el sentido que usamos ahora, es análoga a la posesión del conocimiento, pues el dormir y el velar dependen de la presencia del alma, y el velar es análogo al ejercicio del conocimiento, y el dormir, a su posesión sin ejercicio.

Ahora bien, en una misma y única persona se da primero la posesión del conocimiento. Por consiguiente, el alma podría definirse como la primera actualidad de un cuerpo natural, que posee potencialmente la vida; y es tal cualquier cuerpo que posea órganos. Las partes de las plntas son también órganos, pero de una gran simplicidad; por ejemplo, la hoja protege el pericarpio y el pericarpio protege la semilla; las raíces son análogas a la boca, ya que ambas absorben el alimento. Si, pues, hay que dar con una definición que sea aplicable a toda alma, esta será la primera actualidad de un cuerpo natural que posea órganos.

Así, no es más necesario preguntar si el alma y el cuerpo son uno que preguntar si la cera y la impresión que se marca en ella son una cosa, o bien, en general, que preguntar si la materia de cada cosa es lo mismo que aquello de quien ella es la materia, pues, admitiendo que los términos unidad y ser se emplean en muchas acepciones distintas, el sentido primario es el de actualidad. Hemos dado, pues, una definición general de lo que es el alma: es substancia en el sentido de forma; es decir, la esencia de tal cuerpo determinado.

Supongamos que un instrumento o herramiente, un hacha, por ejemplo, fuera un cuerpo natural; la substancia del hacha será aquello que hace de este instrumento un hacha, y esto sería su alma; supóngase que este alma se separa de ella, y el instrumento no sería ya un hacha, a no ser en un sentido equívoco. Tal como es, permanece un hacha, porque no es de aquella clase de seres en quienes el alma es la esencia o forma, sino solamente pertenece a una clase de seres o cuerpos naturales que tienen en sí mismos un principio de movimiento y reposo. Sin embargo, hemos de investigar en nuestra definición, aplicándola a las distintas partes del cuerpo. Si los ojos fueran un animal, la vista sería su alma, porque esta es la substancia, bajo la acepción de forma, del ojo. Pero el ojo es la materia de la visión, y si falla la visión, no hay ojo alguno, de no ser en un sentido equívoco, como, por ejemplo, una piedra o un ojo pintado. Ahora hemos de aplicar lo que nos ha sido verdadero para una parte a la totalidad del cuerpo vivo. Pues la misma relación debe haber entre la totalidad de la sensación y la totalidad del ser que siente, en cuanto cuerpo que siente, que hay entre sus respectivas partes.

Lo que posee la capacidad de vivir no es el cuerpo que ha perdido el alma, sino el que posee su alma; así, la semilla y el fruto son potencialmente cuerpos de esta especie. El estado de vigilia es actualidad en el mismo sentido en que lo es el cortar del hacha o el ver del ojo, mientras que el alma es actualidad en el mismo sentido en que lo es la facultad de ver del ojo o la facultad del instrumento de realizar su trabajo. El cuerpo es lo que existe potencialmente, pero de modo igual que la niña del ojo y la facultad de ver constituyen un ojo, así, en el otro caso, el alma y el cuerpo constituyen un ser vivo. Es completamente evidente, pues, que ni el alma, ni determinadas partes de ella, si es que tiene partes, pueden separarse del cuerpo, pues en algunos casos la actualidad pertenece a las mismas partes. Pero nada impide que algunas partes estén separadas, porque no son actualidades de ningún cuerpo. Tampoco es evidente si el alma, considerada como una actualidad, tiene con el cuerpo la misma relación que el piloto respecto de la nave. Baste esto como un intento de definir aproximadamente la naturaleza del alma.

( Del alma, lib. II cap. I )