INFORME
SOBRE LA INDUCCIÓN
DEFINICION
(del latín inductio, acción de conducir,
introducir, que traduce el griego ( epagogé, derivado de epagein,
conducir, llevar)
En un sentido general, ya desde la antigüedad clásica, encierra la idea
de dirigirse uno mismo o dirigir a los otros hacia un concepto general o hacia
una verdad universal, a partir de casos menos generales o universales.
En la práctica supone creer que del conocimiento de los hechos,
directamente conocidos, podemos pasar al conocimiento de hipótesis, leyes o
teorías.
En un sentido estricto, tal como la define la lógica, es una forma no
deductiva de razonar o inferir, empleada en la ciencia y en la misma vida
cotidiana, que se caracteriza porque la conclusión contiene más información
que la que contienen las premisas, por lo que, aun siendo verdaderas sus
premisas, la conclusión puede ser falsa. Se caracteriza, por tanto, como:
1)
un razonamiento en el que las premisas no transmiten su verdad a la conclusión:
no preserva la verdad de las premisas (por consiguiente es un razonamiento inválido);
2)
un razonamiento, cuya conclusión contiene más información que las premisas
(amplía el conocimiento).
La segunda característica pone de manifiesto el interés que ofrece este
tipo de argumentación en la ciencia y en la vida práctica: a diferencia del
razonamiento deductivo (deducción), aumenta el conocimiento. Los razonamientos
inductivos, pese a ser inválidos, desde la perspectiva de la lógica deductiva,
no carecen de interés e importancia, porque de alguna manera son característicos
de la ciencia empírica
Ejemplo
1
El
95 por ciento de los italianos son católicos
Ana
es italiana
____________________________________
Ana
es católica
Ejemplo
2
James
necesitaba urgentemente dinero para pagar sus deudas de juego
James
odiaba a Smith desde hacía años
James
tenía un romance amoroso con la mujer de Smith, la cual cobraría un seguro de
vida en caso de muerte de su marido
Dos
testigos fiables vieron a James dejar la casa de Smith unos 10 minutos después
de ocurrir el crimen
En
el revólver se hallaron las huellas de James
La
esposa de Smith testificó haber conspirado con James para matar a su marido
_________________________________________
James mató a Smith
Ejemplo
3
Poco
después de la invención del microscopio, se descubrieron microorganismos en líquidos
putrescibles, como caldo de carne o agua azucarada con fermentos. Algunos científicos
afirmaban que los microorganismos surgían por «generación espontánea», pero
Louis Pasteur lanzó la hipótesis de que se introducían en los líquidos por
el aire utilizando como vehículos partículas de polvo suspendidas en él, que
entraban en contacto con los líquidos.
(W.
Gustason, Reasoning from Evidence, Macmillan College Publishing Company, Inc.,
Nueva York 1994, p. 9.)
En
cada uno de estos casos, la conclusión no se sigue necesariamente de las
premisas y, por más razonables que puedan aparecer las conclusiones, pueden ser
falsas: Ana puede pertenecer al 5% restante de población que no es católica;
James puede ser simplemente la víctima de un complot y no el asesino y, en el
momento de lanzar la hipótesis Pasteur, bien podría haber sido cualquier otro
el medio por el cual los microorganismos entraran en los líquidos. Pero nadie
dudaría por ejemplo de la razonabilidad de una condena por asesinato contra
James. La razonabilidad de estos argumentos se basa en que, si bien la verdad de
la conclusión no está garantizada por las premisas, éstas hacen muy razonable
creer en la verdad de la conclusión. En un razonamiento deductivo la verdad de
la conclusión está garantizada por su forma lógica (si las premisas son
verdaderas), mientras que en un razonamiento inductivo la verdad de la conclusión
depende de la fuerza de las evidencias o de las pruebas contenida en las
premisas. Por esta razón, la fuerza inductiva de un razonamiento puede ser
mayor o menor, esto es, el razonamiento puede ser más o menos probable. Con
todo, un razonamiento inductivamente sólido puede tener una conclusión falsa,
incluso en el caso de que las premisas sean verdaderas. La razón está en que,
en un argumento inductivo, la conclusión va más allá de las premisas y añade
información no contenida en ellas; el conocimiento que proporcionan no está ya
contenido en las premisas, sino sólo apoyado por ellas. El apoyo que éstas
confieren puede ser más o menos fuerte o débil.
La
noción básica de fuerza inductiva de una argumentación (el grado de verdad
con que se impone la conclusión) se suele explicar mediante el concepto de
probabilidad: si una determinada inferencia inductiva es un buen argumento (goza
de mucha fuerza inductiva), existe una probabilidad elevada de que la conclusión
sea verdadera. Esta probabilidad inductiva admite grados y viene a ser la medida
con que se valora la fuerza inductiva de un razonamiento. Se caracteriza como un
concepto condicional («la probabilidad de P a condición de que Q»), compuesto
por dos enunciados, de los cuales uno lo constituye la conclusión y el otro las
premisas o la conjunción de premisas del argumento inductivo «Es muy probable
que Pablo no haya querido venir», es un enunciado probabilitario que puede
interpretarse como conclusión de «Pablo suele ser puntual» y «Pasa media
hora del tiempo convenido».
Diccionario de filosofía en CD-ROM. Copyright © 1996-98.
Empresa Editorial Herder S.A., Barcelona. Todos los derechos reservados. ISBN
84-254-1991-3. Autores: Jordi Cortés Morató y Antoni Martínez Riu.
inducción, problema de la
También llamado el «problema de Hume», es la falta de justificación o
fundamentación lógica existente en las inferencias inductivas, o en la inducción,
al proceder ésta de lo particular a lo universal, o bien de los hechos
observados (particulares) a hipótesis científicas (universales). Esta manera
de inferir significa que se produce un salto lógico o un vacío inferencial,
debido a que, a diferencia de la deducción, las premisas de las inferencias
inductivas apoyan la conclusión sólo de un modo más o menos probable. La
ausencia de fundamentación lógica de la inducción fue estudiada por vez
primera por Hume, con ocasión de someter a crítica el principio de causalidad,
base de nuestras creencias en las cuestiones de hecho. Tal como plantea Hume el
problema, podríamos preguntarnos: ¿Cómo podemos saber algo acerca de hechos
no observados?
HIST. Para Aristóteles, la inducción (epagogé) es un procedimiento
intelectual que lleva de los casos particulares a lo universal, y que él
describe como un depósito de experiencias repetidas que se depositan en la
mente a medida que se conoce lo particular hasta que ésta queda preparada para
comprender lo universal. La describe, por tanto, como una preparación psicológica
que dispone a la mente a intuir los primeros principios, que son, ellos sí,
fundamento del saber demostrativo que, fundamentalmente, es de carácter
deductivo. Aristóteles habla preferentemente de la inducción completa, que
consiste en un silogismo que tiene en su premisa menor la enumeración completa
de todos los casos de una clase finita (ver ejemplo), pero que no es otra cosa
que la repetición tautológica de los casos observados. Los epicúreos, en
oposición a los estoicos -en la época helenística de la filosofía-,
aceptaron el valor de la inducción, distinguiendo entre inducción completa e
incompleta. Francis Bacon es el primer autor que estudia de forma sistemática
la inducción y, en contra de Aristóteles,
acepta sólo el interés y el valor de la inducción
incompleta, llamada por lo mismo baconiana, tratando a la completa de «simple
enumeración de casos». El valor de aquélla reside en la posibilidad de
captar, a través de procedimientos inductivos, la forma de los objetos de la
naturaleza, o su constitución oculta, es decir, su sustancia, cosa que Aristóteles
reservaba al conocimiento demostrativo, o silogismo. Por ello, con su Novum
organum (1620), o nueva lógica, intentó instaurar un método científico
inductivo que mejorara o superara la simple enumeración aristotélica de casos,
construyendo tablas de presencia, ausencia y grados. Se inicia así, en la
historia, el método empirista de hacer ciencia, que consiste básicamente en
interpelar a la naturaleza para descubrir en ella cuáles son los datos
relevantes para la explicación de un fenómeno. Con la aparición de la ciencia
moderna, durante el s. XVII, se desarrolla el método experimental de
investigación científica por obra de los grandes científicos Galileo y
Newton, sobre todo. Sin embargo, el método científico de esta época no se
basa en un simple inductivismo de tipo baconiano, sino que parece adoptar
diversas variantes propias del llamada método hipotético-deductivo de hacer
ciencia. Newton, en el terreno de la investigación científica, y Locke, en el
de la filosofía, dejan bien establecidos los fundamentos empíricos de la
llamada ciencia nueva. El inductivismo ha sido considerado método newtoniano
por excelencia, sobre todo porque en un «Escolio general» con que acaba su
importante obra Principios matemáticos de filosofía natural (1687), Newton
afirma que, «en filosofía experimental, las proposiciones se deducen de los
fenómenos y se generalizan por inducción» y rechaza cualquier hipótesis que
no provenga de la experiencia, con aquellas conocidas palabras: «yo no hago hipótesis».
Pero entre los autores se discute si en realidad Newton fue un propulsor del método
inductivo, tal como parece por algunos de sus textos.
Una de sus «Reglas para razonar en filosofía», la tercera
en concreto, establece que las leyes universales se infieren de un conjunto
finito de datos observados (ver texto ): y él mismo afirma que su ley de la
gravitación universal
Bertrand Russell
y el Círculo de Viena son los grandes defensores del
inductivismo en la primera mitad del s. XX. Partiendo de que Hume sólo demostró
que no podía probarse la verdad de la inferencia inductiva, el empirismo lógico
se plantea la cuestión lógica de la inducción como el estudio de la
inferencia probable, por lo que la teoría de la inducción se convierte en una
lógica inductiva. Son ejemplos claros de este planteamiento, Rudolf Carnap,
para quien la inferencia inductiva mide el grado de confirmación [de una hipótesis
o una ley] calculando su probabilidad, y Hans Reichenbach (1891-1953), miembro
de la escuela de Berlín, paralela y afín al Círculo de Viena, quien acepta la
crítica de Hume a la inducción y afirma que el objetivo de la inducción no es
otro que expresar la probabilidad de una serie de acontecimientos como
frecuencia que converge a un límite .
Karl R. Popper, asumiendo y reelaborando los argumentos de
Hume contra la inducción, se ha opuesto de forma insistente y eficaz al
inductivismo del positivismo lógico. Ver texto 1 , texto 2 , texto 3 , texto 4
y texto 5 .
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