USO DE
RAZÓN. DICCIONARIO DE FALACIAS |
Falacia de PETICIÓN DE PRINCIPIO, o Petitio principii (afirmación de lo del principio) |
Veamos un ejemplo: —Este colegio es muy paternalista. —¿Por qué? —Porque trata a los estudiantes como niños.
Utiliza como premisa lo mismo que dice la conclusión. Esto es
una Petición de Principio. ¿Por qué lleva un nombre tan raro? Es la
versión latina de una idea de Aristóteles: petere id quod demonstrandum in
principio propositum est, que (usted perdone por la agresión) significa:
afirmar aquello que se debe demostrar. ¿Por qué conservamos esta
denominación? porque es en la que nos entendemos todos: pétition de principe
dicen en Francia, petitio principii o begging the question en
Norteamérica. La idea es que el principio (garantía) de una demostración no
puede apoyarse en la conclusión. Una cosa no puede ser probada por sí misma. En
todo raciocinio, lo que sirve de fundamento debe ser más claro y conocido que
lo que se quiere probar. Por eso la falacia consiste en postular o sentar
aquello mismo que es preciso demostrar (Aristóteles).[2]
—¿Por qué ha ganado el Partido Popular? —Porque tiene más electores.
Se incurre en este sofisma de dos maneras: a.
porque se utiliza como premisa lo mismo que afirma la conclusión o algo cuya
verdad depende de ella. b.
porque se utiliza como premisa algo cuya verdad no está probada. a: Cuando
se utiliza una premisa equivalente a la conclusión o que depende de ella. El círculo vicioso. —El opio produce sueño porque es
soporífero. —¿Por qué es soporífero? —
Porque induce al
sueño.
Al emplear una premisa que es equivalente a la conclusión o
dice exactamente lo mismo que ella, caemos vertiginosamente en el llamado círculo
vicioso o prueba en círculo (circulus vitiosus, orbis in demostrando),
donde ambas proposiciones se amparan recíprocamente, la una en la otra: Llega tarde, porque trae retraso. ¿Por
qué trae retraso? porque no ha llegado a su hora. Sócrates fue maestro de Platón y Jenofonte,
porque éstos fueron discípulos de aquel. Me gusta el coñac, porque es mi bebida favorita.
Se apoya la conclusión con la premisa; si pedimos el fundamento
de la premisa nos ofrecen la conclusión. Se repiten las cosas en vez de probarlas.
En un círculo vicioso se queda cualquiera tan en tinieblas con la respuesta
como con la pregunta. La evolución asegura la supervivencia de
las especies. ¿De cuáles? De las que sobreviven. Dios ayuda a los que se ayudan. Si hubiese un referéndum sobre la pena
de muerte, ganarían los buenos. ¿Y quiénes son los buenos? Los que ganen el
referéndum. Chumy Chumez, en Diario
16. Cuando se presentan la premisa y la conclusión en los mismos términos, la falta es tan flagrante que pocos se atreven a incurrir en ella. A menudo las dos formulaciones se diferencian lo suficiente para disimular el hecho de que una misma proposición aparece a la vez como premisa y como conclusión. — ¿Por qué es preciso que ganes más
dinero que tu mujer? — Porque soy el varón. — ¿Por qué tiene que cobrar más el varón? — Porque ha de sostener a la familia. [¿Por qué tiene que sostener el varón a la
familia? ¡Porque es el varón!] El periodista— ¿Por qué muere tanta
gente de infarto? El eximio cardiólogo— Porque las
enfermedades coronarias son una de las causas más frecuentes de mortalidad en
los mayores de cincuenta años.
El mismo caso de falacia se da, como hemos dicho, cuando la
premisa, en lugar de repetir lo que afirma la conclusión, se apoya en ella.
Para aceptar la premisa es preciso aceptar antes la conclusión. Por ejemplo,
si afirmamos: Dios existe porque Dios dice que existe. incurrimos en esta variedad
de petición de principio. Nos hemos limitado a utilizar como premisa
algo que depende de la conclusión: ¿cómo vamos a saber lo que Dios dice cuando
no sabemos aún si existe? No probamos nada.
El patrono— Sí, ya veo que este señor
Gramólez me responde de usted; pero el caso es que a este señor yo no lo
conozco ni le he visto en mi vida. El recomendado— Es igual, de responder
del señor Gramólez me encargo yo. Xaudaró.
No todo argumento circular es falaz. Hay fenómenos que se
retroalimentan y sólo se pueden describir o argumentar de manera circular:
La hipertensión arterial lesiona el
riñón y la lesión renal produce hipertensión arterial. Si te votan muchos puedes ganar, y si
puedes ganar te votan muchos. —
¿Por qué va la gente a las fiestas? — Porque hay gente que da fiestas. — ¿Y por qué da fiestas la gente? — Porque hay gente que va. (De la película El pecado de Cluny Brown). Los economistas hablan de
círculos viciosos y círculos
virtuosos para referirse a situaciones en que las cosas funcionan en una
espiral de empeoramiento o de mejora porque los efectos retroalimentan las
causas. Baja la bolsa porque se asustan los
inversores, y se asustan los inversores porque baja la bolsa. Así nacen y se sostienen las llamadas
espirales ascendentes
(o escaladas) de acción-reacción-acción que caracterizan las venganzas y
cualquier conducta violenta en general. Nada que ver con nuestra falacia que,
por sus propios méritos, debemos incluir en el grupo de Eludir la carga de la prueba.
b. cuando
se apoya la conclusión en algo opinable.
Vamos con un ejemplo: Todos los perversos han de ser
castigados en este mundo o en el otro. Hay perversos que no son castigados en este
mundo. Luego lo serán en el otro.
En la primera premisa se da por supuesto algo que no está
probado y que no todo el mundo acepta. Lo que sirve de prueba en un argumento
debe ser más claro y conocido que lo que se quiere probar. Es preciso que la
conclusión busque un apoyo que no se cuestione. Si tú me das a conocer lo incógnito por
lo menos conocido, es coger agua en cesto (Celestina).
Esta Petición de Principio da por descontado que el
interlocutor aceptará como evidente una proposición no demostrada. La cometen
con frecuencia quienes parten de supuestos religiosos o ideológicos que consideran
indiscutibles (Todo discurso ideológico se apoya necesariamente sobre un
presupuesto que no cuestiona). No es bueno liberalizar las farmacias
porque entonces habría una en cada calle. Hay que negociar con los terroristas
porque es la única manera de acabar con el problema. No se debe vender Iberia porque España
perdería su compañía aérea de bandera.
En todos estos ejemplos, se da por supuesto algo que no está
probado: ¿por qué no debe haber una farmacia en cada calle?, etc. Si lo procesan, ¡algo habrá hecho! Un
inquisidor de Arras— Todo acusado de hechicería es necesariamente culpable
de ella. Dios no puede permitir que quien no es un hechicero sea acusado de
serlo.[3] Yo he dicho: si el derecho al sufragio
es natural, no se puede privar de él a la mujer. Y la comisión dice: siendo natural,
se puede privar de él a la mujer, porque el fin de la mujer no es gobernar.
Romero Robledo.
Dun Scoto defendía el dogma de la Inmaculada Concepción con el siguiente argumento:
Pudo ser y convino, luego fue.
La publicidad comercial cultiva amorosamente este sofisma: Si son huevos Pascal tienen que ser
buenos. Sabemos lo que a usted le gusta. Por eso
hemos preparado el detergente radiactivo Pum. Vota inteligente: vota verde.
Como decía la vieja Lógica de Port Royal: Se pueden referir a esta falacia todos
los argumentos en que se prueba una cosa incógnita por otra que es tanto o más
incógnita; o una cosa incierta por otra que es tanto o más incierta. A. Arnauld. |
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Revisado:
mayo de 2005 |
[1]
Aristóteles: Analíticos
Primeros. 65a, 27.
[2]
Aristóteles: Tópicos
VIII, 162b,35.
[3]
Huizinga: El otoño de la Edad Media.