24 octubre 2001

   
TECNICAS DE ESTUDIO

¿Has encontrado tu sitio?

Cada cual tiene un lugar habitual donde estudiar. Algunos prefieren su casa, otros la biblioteca, unos pocos la casa del amigo o de un vecino y los menos han descubierto lo bien que se estudia en una clase vacía. Tú decides

SARA MORENO

En casa, en la biblioteca, en la casa de un amigo... o donde uno más a gusto se encuentre y más le cunda el tiempo. Estudiar ¿dónde? ¿alguna vez te lo has planteado? ¿puedes concentrarte con ruidos a tu alrededor o necesitas un silencio escrupuloso? Veamos las ventajas y los inconvenientes que tiene cada uno de los lugares que podemos emplear para el estudio.

En la biblioteca uno encuentra un ambiente propicio para el estudio. Rodeado de libros y en silencio -más o menos-, ten en cuenta que disponen de salas más pequeñas y tranquilas que, a veces, están medio vacías. Si estudias en casa, te habrás dado cuenta de que es el lugar donde tiende a haber más distracciones (por ejemplo el teléfono y los hermanos pequeños). También es el mejor sitio donde puedes extender tus cosas y ponerte más cómodo, aunque no siempre sea el más efectivo.

¿Has pensado alguna vez en estudiar en la casa de un amigo o familiar? Puede que no sea tu caso, pero hay gente que prefiere tener más de un lugar de estudio. Algunos expertos dicen que lo mejor es estudiar cada tarde en el mismo sitio, pero otros dicen que cada uno encuentra su lugar y que hay algunos que necesitan estudiar cada día en un ambiente distinto para motivarse. Hay que hacer lo

que a cada uno le funcione mejor.

Muchos colegios tienen clases vacías por la tarde, clases que podrías aprovechar para estudiar. Es muy interesante porque esta idea no se les ocurre a muchos alumnos.

Donde sea, lo importante es que estés a gusto y no te evadas demasiado.

Además

RUTINA. Tan importante es el lugar como el momento de ponerte a estudiar. Lo ideal es que te crees una rutina en este sentido.

APROVECHA. Nadie sabe como tú cuál es el momento del día en que más rindes y más sencillo es concentrarte. Aprovecha entonces para hacer las tareas más difíciles. Ya verás cómo no lo serán tanto.

RENDIR. Después de una comida es más difícil concentrarse porque uno se encuentra soñoliento, por lo que se rinde menos.

COSTUMBRES. La costumbre es algo que tiene mucho poder. Si estás acostumbrado a irte a la cama a las once y un día te quedas estudiando hasta las dos de la madrugada, estarás muy cansado y lo más probable es que aproveches poco esas tres horas.

CAMBIOS. Es difícil cambiar el horario de estudio y estudiar durante esas horas que antes dedicabas al sueño. Tenlo en cuenta.

PODER. A veces estamos a tope para estudiar a primera hora de la tarde, pero no podemos porque tenemos que hacer otras cosas. Hay factores que pueden con nosotros, por eso tienes que estudiar cuando puedas.

TRAMOS. Las tareas también determinan el horario. Lo ideal es estudiar una media hora o una hora si uno aguanta. Aunque también se pueden hacer tramos más cortos, siempre que no haya que volver atrás cuando uno retoma el trabajo.