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MAXIMAS DE ORTEGA

(Tomadas tras una detenida lectura del libro de Mercedes Martin Luengo,"Jose Ortega y Gasset" Grandes Biografias. Ediciones Rueda. Madrid 1996)

  1. ·     “España es el problema, Europa la solucion”

  2. ·     “España es una posibilidad europea”

  3. ·     “Soy un hombre que ama verdaderamente el pasado. Los tradicionalistas, en cambio, no lo aman; quieren que no sea pasado, sino presente. Amar el pasado es congratularse de que efectivamente haya pasado, y de que las cosas... asciendan a la  vida mas pura y esencial que llevan en la reminiscencia”

  4. ·     “Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo”

  5. ·       “Aprendamos a ser los segundos, los terceros, los ultimos. Tal vez la mas profunda enseñanza que da el roce con las cosas reales... es que la vida merece la pena de vivirse aunque no seamos grandes hombres”

  6. ·       “la filosofia es la ciencia general del amor”

  7.        "La claridad es la cortesia del filosofo"

  8. ·       “las raices de la cabeza están en el corazón”

  9. ·       “Volverse hacia el interior de sí mismo”

  10. ·       “Filosofo es el amigo de la observacion”

  11. ·       “El mutuo respeto e independencia entre hombres y mujeres es el motor del cambio”

  12. ·       “Llega ser el que eres”

  13. ·       “El hombre vale por lo que hace y la mujer por lo que es”

  14. ·       “La obligacion de u n buen aficionado (a los toros) no es juzgar sino apasionarse”

  15. ·       “Escribir en madrid es llorar”

  16. ·       “El tema de nuestro tiempo consiste en someter la razon a la vitalidad, localizarla dentro de lo biologico, supeditarla a lo espontaneo, porque, al fin y al cabo, la razon es sólo una forma y funcion de la vida”.

  17. ·       “El alma forma, pues, el recinto privado, frente al resto del universo, que es en cierto modo, region de lo publico. El alma es “morada”, aposento, lugar acotado para el individuo como tal, que vive así “desde “sí mismo, no desde la logica o “desde” el deber.”

  18. ·       “Pensar la verdad y una vez pensada decirla, sea como sea, aunque lo despedace. Este es el maximun de accion que al intelectyal corresponde”

  19. ·       “Me encanta molestar a la geometría”

  20. ·       “Vivir es encontrase con el mundo”

  21. ·       “Sabemos que la vida es - sobre todo, va a ser - dura. Aceptamos su rigor, no intentamos sofisticar el destino. Porque sea dura no deja de parecernos magnifica la vida”

  22. ·       “Delenda es monarchia”

  23. ·       “Nuestro autentico ser es nuestro destino. Porque es, precisamente, nuestro destino lo que no se elige”

  24. ·       “Vivir es lo que hacemos y nos pasa”

  25. ·       “El hombre es un peregrino del ser, sustancial emigrante”

  26. ·    “No sabemos lo que nos pasa, y esto es precisamente lo que nos pasa, no sabemos lo que nos pasa”

  27. ·    “La técnica es una vida inventada”

  28. ·    “¿Cómo vivir maduramente el presente sin ser consciente de los “proyectos de vida” que preceden al nuestro?”

  29. ·    “Los principios de la teoria de la razon no son racionales, sino que son simples urgencias de nuestra vida”

  30. ·    “Es preciso tender a que las minorias intelectuales desalojen de su obra todo pathos politico y humanitario yrenuncien a ser tomadas en serio...por las masas sociales...”

  31. ·    “El filosofo es un hombre en estado de alerta que percibe cualuier movimiento en la espesura que rastrea”

  32. ·    “No es el yo ni una cosa material ni una cosa espiritual: no es ninguna cosa, sino una tarea, un proyecto de existencia”

  33. ·    “La felicidad es la coincidencia de nuestro yo con las circunstancias”

  34. ·    “La filosofia no es un decir a otro, sino un decirse a sí mismo. No es faena de sociedad, sino menester de soiledad. Filosofia es una especie de robinsonismo”

  35. ·    “La seriedad del escritor debe residir en lo que dice, no en la forma en la que lo dice”

  36. ·    “El mundo no es soólo piélago en que me ahogo, sino tambien playa a que arribo...a la par intemperie y hogar”

  37. ·    “El hombre no tiene futuro, es futuro”

  38. ·    “Toda tecnica tiene esa dramatica tendencia y cualidad de ser una fabulosa y grande “orotopedia” al servicio del hombre, la critaura mas insatisfeca de la tierra y, en esencia, infeliz”

  39. ·    “Entre las varias actividades del amor sólo hay una que pueda yo pretender contagiar a los demás: el afan de comprension”

  40. ·    “El mal humor insistente es un sintoma demasiado claro de que un hombre vive contra su vocacion”

  41. ·    “La primera condicion para lograr...divino buen humor es estar conforme consigo mismo”

  42. ·    “Filosofar es enfrentar el enigma de vivir”·   


  La cortesía del filósofo FERNANDO R. LAFUENTE       EL PAIS - CULTURA Miércoles 15 noviembre 2000 - Nº 1657

José Ortega y Gasset, en Aspen
(EE UU), en 1949
(Fundación Ortega y Gasset).

Para Ortega, "la claridad es la cortesía del filósofo", es decir, eso que ha señalado con acierto Mermall: "Ortega es capaz de plantear al lector culto importantes problemas filosóficos sin recurrir a un lenguaje especializado". Lo cierto es que el lector siempre está presente en la obra de Ortega. Es el lector quien subraya y finaliza, da sentido a cada escrito. Ortega "dialoga" con el lector, lo apremia, le advierte, en fin, lo seduce. Esta "condición dialógica", como se ha mencionado en diversos trabajos, constituye un rasgo radical y habitual en la expresión, en el continente y en el contenido de sus escritos, en sus numerosas intervenciones públicas. La de Ortega es pura obra abierta, porque el modelo de reflexión permite entrar -dicho sea en ese lenguaje arcano y castizo que es el taurino- en corto y por derecho a cada uno de sus ensayos. He ahí la rotunda identidad contemporánea de su obra; he ahí, claro, la rotunda actualidad y la sugerente oportunidad de este congreso que comienza hoy en Madrid. Porque es ahora cuando la vasta empresa cultural y política, universitaria y estética -es decir, ética-, emprendida por Ortega en las primeras décadas de este desasosegador siglo, comienza a adquirir los perfiles, en relieve, de toda su misión pedagógica; es ahora, estos días, este congreso cuando se muestra, sin las vanas cortapisas de lo inmediato, los diversos matices de una obra filosófica que atiende "lupa en mano" a "lo microscópico de la vida", tal vez, como nadie hasta entonces había recorrido, y da respuesta y sirve de guía en el tormentoso mar de la existencia contemporánea. Ocurre, también, que los azarosos y caprichosos vaivenes del siglo han devenido, y era de esperar, en otorgar a dicha obra toda la vastedad intelectual que su autor pretendió, siempre prendida de la realidad, de la vida, de la calle: "Nuestras palabras son en rigor inseparables de la situación vital en que surgen" (Ortega). Sí, pero se multiplican en el tiempo, se amplían en el espacio. Ortega crea una tradición; es una voz fundacional del pensamiento en español (el énfasis en la preposición no es inocente); modela una manera de abordar la realidad que, transcurridos los años, supera la contingencia y si, tal vez, buena parte de sus metáforas se quedan a merced del arbitrario tiempo, asciende, en paralelo, un sistema de pensamiento constitutivo que permite dar cumplida cuenta de la vida contemporánea sin menoscabo de su trascendencia filosófica. Crea el lenguaje que necesita la filosofía moderna para expresarse en español. Su proyección iberoamericana -alguna vez el enorme escritor mexicano que fue, es y será Alfonso Reyes contó cómo Ortega le había confesado que querría ser recordado como "Ortega, el americano"- confirma ese carácter fundacional de un modelo de expresión filosófica y ensayística ajeno hasta entonces en la lengua española. Arte, Educación, Estética son los ejes que vertebran esta conmemoración, tres de los iconos sobre los que se asienta y proyecta la imponente arquitectura ensayística y filosófica de Ortega. Pero la dimensión orteguiana se amplía, "cada individuo es un punto de vista esencial" (Ortega), hasta romper el aparente carácter neutral de la realidad. Ortega habla de "las cosas de la vida" tal y como la vida misma se pone al paso del filósofo. Habla, con claridad, de todo lo que se encuentra en ese espejo a lo largo del camino que es la vida, en ese jardín de infinitos senderos que se bifurcan que es la percepción -perspectiva y circunstancia- de la realidad. Con Ortega ya no hay asuntos filosóficos, hay asuntos de la vida. Los mismos que se cruzan, como personajes de una novela, en la vida del escritor. No hay nada en su obra que no pertenezca al mundo que se mueve alrededor. El logos de la vida: "Yo -confesará con enorme y serio humor, es decir, con melancolía y cervantina ironía- tengo que ser a la vez profesor de universidad, periodista, literato, político, contertulio de café, torero, hombre de mundo, algo así como párroco y no sé cuántas cosas más". El periódico se ha convertido en un ágora moderno, el espacio virtual, primero y perentorio "en que se contrasta cada día la opinión pública". Algunos no se lo perdonarían. Pero sólo algunos, porque el tiempo ha jugado, de manera irremisible, a su favor. La obra de Ortega tiene un millón de ventanas y cada una es un ámbito preciso de la vida. Y ahí sigue, cada día escribiendo mejor y con más rotunda actualidad.


Fernando R. Lafuente es director del Instituto Cervantes y acaba de preparar una edición de las obras de Ortega para la editorial Espasa.  

 


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