Sus orígenes

	nació en Lima (Perú) el 25 de enero de 1725, dentro de una rica e influyente familia criolla de ascendencia navarra,
	murió en Baeza (Jaen) el 25 de febrero de 1803.
	cursó estudios en el  Real Colegio de San Martín, y en la Universidad de San Marcos de Lima, donde se licenció y doctoró en Teología, en el año 1740
	dos años más tarde consiguió la licenciatura en Derecho Civil.
	Su carrera académica la culminó en 1742 con la obtención de una cátedra de teología en dicha universidad de Lima.
	Después, al poco tiempo, empezó su carrera judicial, que le llevó, en 1745, a ocupar el puesto de asesor del Tribunal del Consulado y oidor de la Audiencia de Lima.
	Pero su rápida subida social se vio de repente interrumpida por su actuación  tras el terremoto que asoló Lima, en 1746, en el que falleció su padre. Pablo de Olavide fue acusado de ocultación de la herencia paterna y de malversación de caudales, lo que provocó su caída en desgracia dentro de la administración colonial.
	Vino a España, en 1750, para justificar su conducta ante las autoridades del Consejo de Indias. En el año 1754 fue encarcelado y  le fueron confiscados todos sus bienes; poco después  consiguió la libertad bajo fianza.
	Una vez libre de todo cargo, se casó con Isabel de los Ríos, rica viuda que le donó toda su fortuna.
	Gracias a este matrimonio Pablo de Olavide pudo empezar a recuperar su deteriorada posición social y saldar sus cuentas con la justicia, mediante el pago de una multa y una breve inhabilitación para desempeñar cargos públicos.
	Entre los años 1757 y 1765 realizó tres largos viajes por Francia e Italia, durante los cuales pudo conocer a las figuras más importantes de la Ilustración europea.
	Gracias a su nueva posición socioeconómica, Pablo de Olavide convirtió su casa de Madrid en una típica tertulia ilustrada: uno de los centros de reunión y debate de la elite  ilustrada.
	Olavide supo aprovecharse de la influencia de los personajes que iba conociendo en la Corte, gracias a los cuales pudo reanudar su interrumpida carrera en la administración.
	Ese mismo año fue nombrado director de los Reales Hospicios de San Fernando y de Madrid, y en el año 1767 fue nombrado síndico personero del ayuntamiento de Madrid.
	Olavide siempre apoyó y defendió la política reformista llevada a cabo por los ministros Campomanes y el Conde de Aranda. Este lo tomó bajo su protección directa, ofreciéndole, en 1767, el cargo de superintendente de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena, para dirigir la realización del mayor proyecto de colonización agraria llevado a cabo en el reinado  de Carlos III.

Su tarea en Sevilla

Para reforzar sus atribuciones y mejorar el control sobre el proyecto de la repoblación de Sierra Morena, fue nombrado asistente corregidor de Sevilla e intendente del ejército de Andalucía.

• fue asistente corregidor de Sevilla
• promovió el trazado del primer plano de la ciudad de Sevilla
• reformó el plan de estudios de la Universidad de Sevilla (año 1767), dándole más importancia a las ciencias, las artes y el derecho en lugar de la filosofía y la teología
• de esta época data el Informe sobre la Ley Agraria
• la actuación de Pablo de Olavide en Sevilla se extendió hacia ámbitos y esferas muy diversas: el saneamiento de la hacienda municipal y la mejora del abastecimiento de la población; la reforma y secularización de la asistencia social; las obras públicas y el urbanismo; la animación cultural, etc.

La colonización de Sierra Morena

Esta fue,sin lugar a dudas, su actuación más sobresaliente: la colonización de Sierra Morena, proyecto del que fue su máximo impulsor y valedor, todo ello pese a las grandes dificultades, de todo tipo, que tuvo que sortear.

En el año 1771, Pablo de Olavide había logrado fundar más de cuarenta nuevos núcleos de población y colonizar una gran extensión de tierras baldías. Entre los municipios figuran Dos hermanas, La Carlota, La Carolina, La Luisiana, Prado del rey, Guarromán, Cañada del Rosal.....Los colonos procedían de Alemania y de Suiza... muchos desanimados se fueron y estas poblaciones fueron ocupadas por colonos españoles

Conflicto con la Inquisición

• era muy amigo de ilustrados y de enciclopedistas franceses
• esto junto con su osadía y espíritu de renovación le valió la enemistad del clero y de la aristocracia local de Sevilla
• fue acusado de hereje ante le tribunal de la Inquisición. A nivel europeo hubo una reacción a su favor (Voltaire, Diderot, Catalina de Rusia, Federico de Prusia intervinieron en su favor)
• la actividad reformista y modernizadora que desplegó Pablo de Olavide despertó pronto la oposición de los poderosos sectores reaccionarios y conservadores de la Corte, los cuales, desde un principio, trataron de provocar su caída en desgracia mediante campañas difamatorias de todo tipo y denuncias ante el Santo Oficio.
• Pablo de Olavide, debido sobre todo a su anterior encuentro con la justicia, pronto fue puesto en la mira del Tribunal Supremo. El inquisidor general solicitó y obtuvo de Carlos III el procesamiento de Olavide, a finales del año 1775.
• Intentó defenderse de las falsas acusaciones que se vertieron contra él, pero no logró salvar su persona, y en 1776 se decretó su encarcelamiento y la confiscación cautelar de todos sus bienes. Olavide pasó dos largos años en los calabozos de la Inquisición, hasta el año 1778, cuando se hizo pública su sentencia definitiva, por la que fue condenado a ocho años de reclusión en un monasterio.
•  Dicha sentencia provocó un sentimiento general de rechazo por parte de los círculos ilustrados españoles. A tal indignación se sumaron destacados representantes de la intelectualidad europea, como fue el caso de Voltaire y Diderot. Pablo de Olavide fue recluido, en un principio, en el monasterio leonés de Sahagún, pero atendiendo a una súplica de traslado por su mala salud, se le trasladó a un convento de Murcia y se le autorizó a efectuar prolongadas estancias en diversas estaciones termales, a causa de una fingida enfermedad, según parece.

Relación con la Revolución  Francesa

Era muy amigo de ilustrados y de enciclopedistas franceses

Precisamente, a finales de 1780, cuando se encontraba en el balneario de Caldas de Malavella (Gerona) fingiendo una enfermedad, Olavide aprovechó su proximidad con la frontera francesa para huir al país vecino,instalándose en París con el nombre de conde de Pilos. En el París de los años ochenta (178...), Olavide llevó una vida cómoda y apacible, recuperando sus antiguas relaciones sociales, pero ya alejado de la política activa.

 Allí tuvo ocasión de asistir a los acontecimientos de la revolución francesa.  El estallido de la Revolución Francesa fue saludado por el ilustrado español con alegría y esperanza, pero debido a la creciente radicalización del proceso, Olavide decidió marcharse de la capital francesa e instalarse en el campo, en el castillo de Menug-sur-Loire.

En abril del año 1794 fue detenido acusado de extranjero sospechoso de colaborar con la aristocracia y de contrarrevolucionario, motivo por el que pasó nueve meses en prisión, con la incertidumbre de si viviría o no.  Vio cómo eran ejecutados sus amigos franceses.  Con la caída del régimen de Terror impuesto por los jacobinos fue puesto en libertad. De esta fuerte experiencia salió decepcionado.

Sus últimos años

Lo mal que lo pasó en la carcel (ejecución de sus amigos, peligro de muerte, excesos de la revolución Francesa) le causó una profunda impresión en su ánimo y  le llevó a repensarse muchas cosas y a una vuelta a las prácticas religiosas con un fervor renovado.

Fruto de su nuevo estado religioso, publicó en 1797, en la ciudad de Valencia y de modo anónimo, el libro El Evangelio en triunfo o la historia de un filósofo desengañado.  Se convenció de que la causa de todos los males era la descristianización y para alertar a los españoles escribió el citado libro. En eta obra se declaraba desengañado de muchas cosas pero no renunciaba a sus ideales ilustrados y reformistas.

La obra alcanzó un gran éxito y le sirvió para facilitarle su vuelta a España, a la vez que se le rehabilitaba públicamente y se le concedía una pensión vitalicia.

A pesar de las ofertas de Manuel Godoy para ostentar cargos públicos, decepcionado de la política, se retiró con su familia a Baeza, donde llevó en sus últimos años una vida completamente al margen de la política y de la vida social, hasta que murió el 25 de febrero de 1803.

Resumen de su personalidad y de su aportación

• ilustrado y difusor del pensamiento ilustrado
• hombre apasionado y entusiasta, se caracterizó por su pensamiento utópico y por sus realizaciones prácticas
• quiso hacer realidad una sociedad rural modelica, muy distinta de la que realmente existía en España
• filosófo desengañado por las calamidades padecidas, pero sin renunciar a sus ideas reformistas ilustradas: depuró el ideario ilustrado pero sin renunciar a él.

La ilustración en España

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